In this dialogue between Isabel and Jorge they talk about what they will do this holiday season. Learn what’s the meaning of costar un ojo de la cara. Transcripción completa:
Jorge: Qué, ¿ya sabes donde vas a ir de vacaciones?
Isabel: Bueno, vacaciones, lo que se dice vacaciones este año no tengo.
Jorge: ¿Por? Ya habrás terminado hace unos días las clases ¿no?
Isabel: Sí, las clases de este curso ya terminaron hace una semana y media, pero este verano durante mis vacaciones voy a estar trabajando.
Jorge: ¿Durante los dos meses de julio y agosto?
Isabel: Sí, durante julio, agosto y la primera quincena de septiembre.
Jorge: ¿Dónde estarás trabajando? ¿En Madrid?
Isabel: No, me voy a trabajar a una heladería que está en Chipiona, en Cádiz. Tengo unos familiares que viven allí, así que puedo quedarme en su casa durante estos meses. Al menos, cuando termine la jornada de trabajo, tendré un ratito para bañarme en el mar y tomar el sol.
Jorge: Pues menos mal que tienes familia allí, porque en esa época del año, y por esa zona, todos los alquileres de pisos y habitaciones ya están reservados.
Isabel: Ni que lo digas, la población de Chipiona se multiplica con la llegada de turistas que desean pasar todas sus vacaciones en la playa. Durante el verano, en el pueblo, hay muchísimos clientes y trabajo para los que queremos ganar un dinerillo extra. ¿Y tú?, ¿este verano qué vas a hacer?
Jorge: Yo me quedaré por Madrid, pero en el mes de Agosto me iré unas 2 semanas de vacaciones. Lo que no tengo claro, es dónde voy a ir. Había pensado en visitar el norte de España, pero la verdad es que no estoy muy seguro. ¿Tu lo has visitado alguna vez?
Isabel: ¿El norte? Sí, he estado en varias ocasiones y la verdad es que es una zona muy bonita. Mira, puedes visitar un montón de pueblos y ciudades. Una de las que más me gusta es Santander, en Cantabria. Es una ciudad preciosa con unos paisajes asombrosos. Además, tienes playa y la temperatura es bastante suave. Ya sabes que en el sur de España, durante el mes de Agosto, es raro que el termómetro baje de los 35 grados.
Jorge: Oye, pues no está mal. Podría ir con mi propio coche si no hay demasiada distancia de Madrid a Santander. ¿Sabes más o menos los kilómetros que puede haber? Es para hacerme una idea de cuantas horas de viaje puede haber.
Isabel: De Madrid a Santander hay aproximadamente unos 450 kilómetros por carretera. Yo creo que conduciendo a una velocidad adecuada y haciendo alguna parada, podrías llegar allí en 5 horas. Claro, también depende del tráfico que haya en la carretera. En Agosto es cuando hay más atascos.
Jorge: Bueno, 5 horas tampoco son demasiadas, si no me encuentro atascos. Saliendo de aquí a las 9 de la mañana llegaría a Santander a las 2 de la tarde. La hora justa para comer y después echar una pequeña siesta.
Isabel: Tendrías tiempo para pasar el resto de la tarde visitando la ciudad. Si finalmente te decides a ir, tienes que buscar la oficina de turismo. Allí te informarán de los horarios de las visitas turísticas que existen durante el verano. Creo que los horarios de apertura de los museos son distintos dependiendo de la época del año.
Jorge: Creo que finalmente me decidiré a ir. Aún así, tendré que mirar los precios de las habitaciones de hotel, para elegir alguno que no me vaya a costar un ojo de la cara. Esta semana o la que viene me pasaré por una agencia de viajes para que me informen de las tarifas.
Durante este diálogo hemos escuchado la expresión “Costar un ojo de la cara”.
Volvemos a escucharlo.
“Creo que finalmente me decidiré a ir. Aún así, tendré que mirar los precios de las habitaciones de hotel, para elegir alguno que no me vaya a costar un ojo de la cara.”
Esta expresión la utilizamos en España habitualmente para decir que algo nos va a costar muy caro. Por ejemplo, imaginaos que os digo que tengo la intención de hacer un viaje alrededor del mundo pasando las estancias en los mejores hoteles de 5 estrellas y viajando en clase superior. Entonces en esta situación me podríais contestar que me iba a salir por un ojo de la cara porque me iba a gastar muchísimo dinero en el viaje.
Parece ser que el origen de esta frase proviene de la época de la conquista del Imperio Inca cuando uno de sus protagonistas, llamado Diego de Almagro, perdió un ojo a consecuencia de una flecha disparada por un indio en el año 1524. Cuando volvió a España y se reunió con el rey de aquella época, Carlos I, Diego de Almagro le dijo que la defensa de los intereses de la corona le había costado un ojo de la cara.
La frase se hizo muy conocida entre el reino, los soldados y el pueblo. Es así, como después de casi 500 años todavía la seguimos escuchando.
Ahora vamos a conjugar la expresión en futuro próximo. El futuro próximo se forma con el verbo “ir” + la preposición “a”.
- Eso me va a costar un ojo de la cara…
- Eso te va a costar un ojo de la cara…
- Eso le va a costar un ojo de la cara…
- Eso nos va a costar un ojo de la cara…
- Eso os va a costar un ojo de la cara…
- Eso les va a costar un ojo de la cara…