Hola y bienvenido o bienvenida a otra lección para aprender español escuchando de SpanishPodcast.net Hoy vamos a hablar del aprendizaje del español en concreto y del aprendizaje de idiomas en general. Ya sabes que, de vez en cuando, me gusta darte algunos consejos para intentar ayudarte. Hasta he escrito un pequeño libro sobre eso. Creo que es muy importante. Hoy te voy a hablar de algunas cosas que no funcionan en el aprendizaje de idiomas.
Creo que es importante saber qué debes hacer o qué debe hacer un profesor, pero creo que también es importante saber qué es lo que no se debe hacer. Hoy te voy a explicar cosas que no funcionan en el aprendizaje de idiomas. Hay cosas que hacen algunos profesores y, simplemente, son una pérdida de tiempo para los estudiantes. De hecho, no solo no son útiles, sino que, además, pueden ser perjudiciales para tu aprendizaje. También hay algunas cosas que hacen los estudiantes y, simplemente, no funcionan.
Vamos allá.
La potencia sin control no sirve de nada
Voy a comenzar a hablar de los esfuerzos para estudiar utilizando una frase de la publicidad: la potencia sin control no sirve de nada. Esta es una frase que utilizaban hace muchos años en un anuncio de neumáticos en España. Neumático es el objeto de goma negra que tienen las ruedas de los coches, motos, camiones, vehículos en general. El neumático es lo que está en contacto con el suelo.
En aquel anuncio, se veía a un coche muy potente, agresivo. El coche aceleraba mucho y tomaba curvas a toda velocidad, pasaba por carreteras inundadas de agua, pasaba por el barro… Al final del anuncio decían: “la potencia sin control no sirve de nada” y mostraban el nombre de la marca ocupando toda la pantalla. Querían decir que el coche era muy potente, pero sin unos buenos neumáticos, el coche se saldría de la carretera. Está muy bien tener potencia, pero es necesario controlar esa potencia para hacer las cosas bien.
¿Por qué te cuento esta historia? Bueno, creo que esta frase se puede aplicar al aprendizaje.
Cuando daba clases a grupos aprendí algo muy importante. Casi todos los profesores y los padres animan a sus alumnos y a sus hijos a “estudiar más”. Y hay muchos alumnos que lo hacen, pero tienen un problema: nadie les dice cómo hacerlo. Yo mismo hacía eso con mis alumnos. Todos los días les decía: “estudiad mucho, que eso os ayudará en el futuro”, “tenéis que estudiar más para tener una buena base”, “debéis estudiar más tiempo porque en el futuro conseguiréis mejores resultados”, ese tipo de cosas. Frases para intentar que la gente se motive y se esfuerce un poco más.
Pero un día me di cuenta de algo: yo no les había dicho cómo tenían que estudiar. Y me di cuenta de que prácticamente nadie hace esto. Creo que esto es un desastre, algo fatal para millones de estudiantes de todo el mundo.
Imagina que empiezas a trabajar en una empresa y la única instrucción que te dan es: “trabaja mucho”. Bueno, vale, puedes ser la persona que más trabaja del mundo, puedes ser la persona que más se esfuerza del mundo. Pero si no sabes qué tienes que hacer y, tampoco sabes cómo hacerlo, será un trabajo inútil o de mala calidad. Pues cuando estudiamos, ocurre lo mismo. Hay que hacerlo bien. Y eso se consigue conociendo algunas técnicas sencillas.
Es curioso porque todo el mundo está muy interesado en decirte cómo nadar, cómo cocinar, cómo conducir, cómo arreglar el coche, cómo lavar la ropa o cómo tocar un instrumento musical, pero… nadie te explica cómo estudiar. Especialmente en los colegios y en los institutos, donde más falta hace. Creo que además de decir a nuestros niños y adolescentes “estudia mucho”, deberíamos decirles cómo hacerlo. Porque muchos estudiantes se acaban frustrando, tienen malos resultados o abandonan sus estudios, simplemente, porque no saben cómo estudiar bien.
Esto sucede en el sistema educativo español, al menos es algo que yo pienso. No sé si ocurrirá en tu país, pero lo que yo he visto en España es que pocas personas saben cómo estudiar.
Parece que estudiar debe ser algo innato. Innato significa que has nacido con ello. Por ejemplo: reír o llorar son cosas innatas. Todas las personas ríen o lloran desde que nacen, nadie tiene que enseñarles eso. Pero no creo que estudiar sea algo innato, creo que hay formas de estudiar mejores y peores.
Debes ser consciente de qué cosas te funcionan y cuáles no. Debes pensar en qué cosas te ayudan y en cuáles no. ¿En qué usas tu tiempo? ¿Podrías organizarlo mejor? ¿Qué cosas haces que no te sirven? ¿Qué cosas haces que te sirven? Ten en cuenta que es importante esforzarse, pero casi es más importante que tus esfuerzos estén bien dirigidos, que estudies de forma correcta. Ya sabes, la potencia sin control no sirve de nada.
Ahora voy a hablarte de una cosa que hacen algunos profesores de idiomas y que, no solo no funciona, sino que además puede ser perjudicial para ti. Pero primero te recuerdo brevemente que, si te gusta aprender español conmigo, puedes conseguir alguno de los audiobooks para aprender español en spanishpodcast.net. De esta forma descargarás las lecciones para usarlas cuando quieras y donde quieras y, al mismo tiempo nos ayudas a continuar creando lecciones. Puedes conseguir los packs con lecciones del podcast, el pack de diálogos para aprender español con conversaciones cotidianas y también el audiobook El Aprendizaje Descomplicado, donde hablo de técnicas y recursos para aprender mejor. Todos ellos tienen las lecciones en formato MP3 y las transcripciones en formato PDF y libro electrónico. Echa un vistazo cuando acabe la lección, solo tienes que entrar en spanishpodcast.net y pulsar el menú audiobooks, allí tienes más información y algunas muestras. Por el momento, voy a explicarte otra cosa que no funciona en el aprendizaje de idiomas.
Corregir errores a los alumnos mientras hablan
Una cosa que hacen algunos profesores de idiomas y que no funciona bien es corregirte mientras hablas. De hecho, esta es una de las peores cosas que pueden hacer cuando aprendes idiomas.
Por ejemplo, imagina que estás en una clase de español y el profesor o la profesora te piden que cuentes en qué consiste tu trabajo. Empiezas a contar tu historia y, bueno, eres estudiante, es probable que cometas errores con los artículos o con algún verbo… Algunos profesores te interrumpen constantemente, te interrumpen cada vez que cometes un error para corregirlo y decirte la frase correcta. Bien, pues esto, simplemente, no funciona. De hecho, puede ser perjudicial para ti.
No funciona, en primer lugar, porque mientras intentas hablar en otro idioma, tu mente está haciendo un trabajo intenso, está concentrada en construir frases. Si alguien te interrumpe en ese momento, tu cerebro sale de ese estado de concentración. Tu profesor o profesora acaba de interrumpir la tarea más importante para hablar otro idioma: el proceso de construir frases.
En segundo lugar, corregir los errores mientras otra persona habla tampoco funciona porque tu cerebro no está en el estado adecuado. Si estás esforzándote para construir una frase, y alguien dice algo, lo que sea, lo más probable es que preguntes: “¿qué?”. Ni si quiera has podido escuchar la corrección.
En tercer lugar, aunque consigas oír la corrección, esta no quedará guardada en tu memoria. El motivo es simple: no es el momento adecuado. Las correcciones deben guardarse en la memoria a largo plazo, pero si estás hablando español, en ese momento estás usando la memoria a corto plazo. Estás pensando en tu historia, en lo que hiciste ayer y en las palabras que estabas diciendo. No hay forma física de que la corrección pase a tu memoria a largo plazo.
Una vez asistí como oyente a una clase de español. ¿Qué es ser oyente? Un oyente es una persona que asiste a una clase, pero no es un alumno. Los oyentes pueden asistir a una clase para ver cómo explica el profesor o, simplemente, porque quieren aprender algo, aunque no hagan exámenes o pruebas.
Bien, pues en aquella clase, la profesora intentaba que sus alumnos hablaran. A uno le preguntó: “¿Qué hiciste ayer?”. El alumno tenía que explicar qué hizo el día anterior. De vez en cuando cometía algún error: un tiempo verbal, algún artículo, la pronunciación… bueno, ya sabes, algún pequeño error. Ya sabes, decía algo como: “Ayer yo estoy en el cine”… y la profesora le corregía inmediatamente: “Ayer yo estuve en el cine” …
Esto no es bueno para un estudiante de idiomas. Simplemente, este tipo de correcciones no ayudan a los alumnos. Pero sí tienen un efecto negativo, por eso ningún profesor debería utilizar este método.
¿Qué puede hacer? Cuando un alumno habla, lo que tiene que hace el profesor o la profesora es tomar notas. Anotar en qué cosas fallan sus alumnos e intentar corregirlas en otro momento. Preferiblemente sin que el alumno lo sepa. Si después la profesora les cuenta su propia historia y dice: “Ayer estuve en el supermercado”, y repite alguna frase como esta en varias ocasiones, esas frases quedarán grabadas en la memoria de los alumnos. Claro, eso suponiendo que los alumnos pongan interés y estén escuchando atentamente.
En resumen, existe la falsa creencia de que corregir a alguien mientras habla va a hacer que ese error desaparezca. Pero eso no es así. De hecho, es algo negativo porque puedes cortar otros procesos del cerebro que son necesarios para practicar hablando.
Bien, creo que es suficiente por hoy, aquí voy a terminar esta lección. Más adelante te contaré algunas otras cosas que no se deben hacer cuando aprendes idiomas. Hay cosas que son negativas o que te perjudican por diferentes motivos.
Si tienes dudas, quieres enviarme cualquier mensaje o quieres hacer una pregunta, puedes enviarme un mensaje a través del formulario de la web o a través de las redes sociales.
Recuerda usar la repetición y las demás técnicas que te recomendé en el primer episodio de este podcast. Solo de esta forma podrás aprender español a largo plazo y todo este ejercicio de comprensión auditiva será útil para ti.
Y, ahora que termina la lección si quieres puedes echar un vistazo a los audiobooks para aprender español en nuestra web. Te ayudarán a seguir mejorando y a nosotros nos ayudarás a continuar creando lecciones interesantes para todos. Gracias. Espero que te vaya todo bien, un saludo, mucha suerte y ¡hasta la próxima!