El fracaso no es una opción – Language learning motivation EP207

Hola a todos y bienvenidos a un nuevo episodio de SpanishPodcast.net Hoy tenemos preparado un episodio un poco diferente. Hoy no vamos a hablar sobre una expresión, ni sobre cultura española, ni sobre algún personaje famoso. Hoy te hablaré sobre un concepto abstracto. Hoy te voy a hablar sobre la inspiración.

fracaso

De vez en cuando hacemos algún episodio de este tipo, donde hablamos sobre este tipo de cosas. Por ejemplo, hace un tiempo hablamos sobre la risa. En otros episodios hemos hablado sobre la motivación o sobre otros asuntos relacionados con la forma de afrontar la vida.

Hoy le toca el turno a la inspiración. Lo primero que voy a hacer es explicar esta palabra. ¿Qué es la inspiración? La inspiración es un estímulo que recibe una persona y que le ayuda a hacer o mejorar algo. Por ejemplo, es habitual que los artistas viajen para conseguir inspiración, algo que consiga mejorar su creatividad.

Si consigues inspiración, puede que alguna cosa que estaba dormida en tu interior o era desconocida para ti, despierte y te abra todo un mundo de posibilidades.

La inspiración también pueden ofrecerla otras personas. Algunas personas inspiran a muchas otras con sus actos. Las personas inspiradoras son aquellas que consiguieron hacer algo impactante, generalmente luchando contra muchas dificultades. Cada uno tiene sus fuentes de inspiración y sus personajes interesantes.

A veces también puede resultar inspiradora una historia, algo que ha ocurrido. Y es lo que vamos a hacer hoy. Te voy a contar una historia real, no muy lejana en el tiempo, que puede servir de inspiración a muchas personas en el mundo. Cuando cuente la historia comprenderás por qué el episodio de hoy se titula “el fracaso no es una opción”.

Para contaros esta historia tenemos que volver en el tiempo, concretamente al año 1970. Geográficamente tenemos que visitar a Estados Unidos, aunque después veremos que, en realidad, en esta historia inspiradora participaron personas de muchos lugares.

Es posible que algunas personas piensen que 1970 no fue un buen año. La terrible guerra de Vietnam continuaba, la guerra fría con la Unión Soviética seguía su curso, Paul McCartney anunciaba la separación de The Beatles y fallecieron músicos como Jimy Hendrix o Janis Joplin. El caso, es que siempre se puede sacar algo bueno y este año no iba a ser menos.

Situamos el calendario en el día 11 de abril y el reloj a la una y trece minutos. Estamos concretamente en el centro espacial Kennedy. La misión Apolo XIII va a ser lanzada al espacio. ¿Cuál era el objetivo de la misión Apolo XIII? Viajar hasta la Luna, situar a dos personas sobre la superficie, hacer algunos experimentos y volver.

Si no conocéis la historia del Apolo XIII, os recomiendo que escuchéis con atención. Es una historia de la que se pueden extraer muchas cosas positivas e inspiración para la vida personal y la relación con otras personas.

La NASA, la agencia espacial estadounidense, había lanzado ya muchos cohetes en esta fecha. El trabajo estaba comenzando a volverse un poco rutinario, aunque esto no significa que fuera aburrido o sencillo. Digamos que las probabilidades de éxito de una misión eran más altas con cada nuevo lanzamiento, porque los ingenieros y científicos que participaban en cada misión conseguían mejorar los procedimientos, el software de las computadoras, los materiales y todos los pequeños fallos que encontraban.

El lanzamiento del Apolo XIII fue casi perfecto, hubo algún pequeño incidente, pero se solucionó con mucha facilidad. El cohete subió como estaba previsto y llegó al espacio según los planes. Los tres astronautas se dirigían hacia la Luna en una misión que, hasta el momento, estaba saliendo casi a la perfección.

Apolo xiii despegue

Hasta su llegada a Luna los astronautas se dedicarían a descansar y a algunas tareas rutinarias en la nave. Incluso enviaron una transmisión en directo por televisión para que la gente pudiera ver lo que estaban haciendo en la nave.

Pero algo cambió unos segundos. El control de la misión ordenó al piloto del módulo de mando una operación rutinaria: remover los tanques de oxígeno. Es algo que hay que hacer de vez en cuando en un vuelo espacial. El caso es que, debido a alguna pieza defectuosa, uno de los tanques explosionó.

Los astronautas perdieron el control de la nave, el control de misión no sabía que estaba ocurriendo: veían datos completamente absurdos en las pantallas. El comandante de la misión envió el famoso mensaje que seguramente hayas escuchado alguna vez: Houston, tenemos un problema. Es muy frecuente utilizar esta frase entre amigos o familiares cuando tenemos un problema o descubrimos que algo no va bien. En España decimos: Houston, tenemos un problema.

Los astronautas del Apolo XIII, con la ayuda del control de la misión consiguieron averiguar qué había ocurrido. Sin embargo, esto no eran buenas noticias. Uno de los tanques de oxígeno había desaparecido por completo y otro tenía una fuga. Tener una fuga significa que algo pierde líquido o gas.

Apolo XIII módulo de servicio dañado

El oxígeno es muy importante cuando se está en el espacio. No solo porque es necesario para que respiren los astronautas, también es necesario para poder utilizar los motores y dirigir la nave. Sin oxígeno no podrían respirar ni podrían volver a la Tierra. Además, la explosión había dañado el motor principal. Si lo encendían corrían el riesgo de que explosionara también. Los problemas se acumulaban.

El control misión intentaba tranquilizar a los astronautas a través de la radio, aunque sabían que la situación era extremadamente mala. No querían poner más nerviosos a los astronautas, aunque casi todo el mundo pensaba que algo muy malo iba a suceder.

A partir de aquí comenzó la que es, en mi opinión, una de las muestras más importantes de que el ser humano puede conseguir cualquier buen propósito cuando trabaja en equipo, todos unidos por un mismo objetivo.

El accidente del Apolo XIII obligaba a los ingenieros, científicos y personal relacionado con la NASA a rediseñar la misión en menos de 72 horas. Imaginad, una misión de estas características, tarda meses en ser diseñada. El personal que trabajaba para la NASA tuvo que hacerlo en tres días. Afortunadamente también recibieron la ayuda de otras muchas personas que quisieron colaborar con ideas, ayudar con cálculos, las comunicaciones o cualquier otra cosa que hiciera falta.

Se enfrentaron a numerosos problemas, además del problema del oxígeno y el motor:

  • La nave iba a agotar la energía, así que tuvieron que apagar la nave completamente. Esto significaba no tener calefacción ni computadora para guiar la nave. Los astronautas tuvieron que sufrir temperaturas bajo cero durante varios días.
  • Debido al frío, empezó a condensarse la humedad dentro de la nave. Esto suponía un riesgo eléctrico, podía provocar un incendio.
  • Tenían que corregir la trayectoria, debido a la explosión se habían desviado y si no conseguían solucionar este problema, nunca volverían.
  • Debido a las bajas temperaturas se habían quedado sin agua, así que no podían beber. De hecho, uno de los astronautas tuvo una infección de orina por este motivo.
  • La concentración del gas CO2 (dióxido de carbono) aumentaba por momentos y los filtros que tenían no eran compatibles.

La lista de fallos y problemas era tan larga que nadie se atrevía a leer la lista entera. Sencillamente se centraban en el problema que tenían que resolver ellos para intentar hallar una solución. Aunque las probabilidades de que los astronautas volvieran con vida eran muy pequeñas todo el mundo trabajó como si todos estos problemas fueran a resolverse.

La actividad en las instalaciones de la Nasa y en los lugares colaboradores era frenética. Miles de personas de muchas nacionalidades trabajaron para resolver estos problemas de la forma más rápida posible.

Equipos de personas de todo el mundo se coordinaban para que la comunicación con la nave fuera posible en todo momento.

Los astronautas suplentes, es decir, los astronautas sustitutos, trabajaron durante casi 3 días seguidos en el simulador para practicar los métodos y procedimientos que traerían al Apolo XIII de vuelta a la Tierra.

Los astronautas intentaban desesperadamente seguir todos los procedimientos que les pedían, a pesar de la falta de agua, del frío, del nerviosismo y de lo difícil de la situación.

Finalmente consiguieron volver a la tierra sanos y salvos.

astronautas-apolo-xiii

Según los periodistas de la época y el personal de la NASA, se calificó esta misión como un “fracaso exitoso”. ¿Por qué? La misión fue un fracaso porque salió mal y no cumplió su objetivo, pero fue un éxito porque casi nadie esperaba que los astronautas volvieran con vida. La enorme dificultad de los problemas a los que se enfrentaron, el gran número de ellos y todo el trabajo que hicieron, llevó a calificar la misión como uno de los mayores logros de la historia de la exploración espacial.

Creo que está claro que esta es una historia inspiradora. Nos enseña que, a pesar de tener todas las posibilidades en contra, a pesar de tener que afrontar los problemas más difíciles, a pesar de tener que luchar contra cosas que parecen imposibles, al final, en muchas ocasiones se pueden solucionar estos problemas.

¿Qué más podemos aprender de esto? Mmmm… Creo que está claro: el valor del trabajo en equipo. Los astronautas tenían una situación muy difícil, pero todas y cada una de las personas que trabajaron en esta misión se esforzaron al máximo para que volvieran con vida. Y lo consiguieron. Fue un trabajo en equipo, nadie por sí solo podría haber resuelto esta situación. Esto nos enseña que, a veces, si nos enfrentamos a una situación muy difícil, tal vez no debemos luchar solos, tal vez necesitamos pedir ayuda a alguien para poder seguir avanzando en la vida. En equipo todo es más fácil.

Gene Kranz¿Qué más podemos aprender? Supuestamente, durante una de las reuniones de emergencia de la misión Apolo XIII, todos los responsables estaban desesperados y muchas personas hablaban de fracaso, que era imposible, que no se podía hacer y cosas similares. Supuestamente, durante la reunión el director de la misión dijo la frase: “el fracaso no es una opción”. Con esto, quería decir que descartaran todas esas ideas negativas y trabajaran como si el problema fuera a solucionarse con éxito. Creo que es algo que podemos aplicar en nuestras vidas. No siempre vamos a conseguir el éxito, pero debemos trabajar y actuar siempre como si fuéramos a tener éxito. Debemos fijar nuestros pensamientos en el resultado final que queremos. De esta forma nuestro cerebro centrará su atención en todas las cosas necesarias para que tengamos éxito. Haciendo esto las probabilidades de tener éxito aumentan.

Yo pienso que podemos aplicar estas ideas y pensamientos al aprendizaje de idiomas. Algunas veces tendemos a centrarnos en las cosas negativas: “no soy capaz de hablar”, “no entiendo a los nativos”, “no puedo comprender el subjuntivo” y cosas así. Haciendo esto nos desviamos del objetivo principal, que es nuestro aprendizaje. No se trata de olvidarnos de estos problemas, sino de centrarnos en lo necesario para resolverlos y no en el problema en sí. ¿Qué piensas tú?

Si no la has visto, hay una película llamada Apolo XIII protagonizada por actores como Tom Hanks, Kavin Bacon o Ed Harris. La película está basada en los hechos reales y es bastante fiel a todo lo que ocurrió aquellos días. Creo que refleja bastante bien la angustia de las personas que trabajaron en el proyecto, el trabajo en equipo y también el espíritu de lucha: no abandonar nunca pase lo que pase, pese a que todas las probabilidades estén en contra. Si la ves en español, el doblaje que se hizo en España me gustó bastante. Generalmente no me gusta ver películas dobladas, me gusta verlas en versión original. Pero creo que el doblaje de esta película fue bastante bueno y se respetaron el tono y la dicción de los actores originales. Hay un cameo al final de la película. El comandante del barco que recibe a los astronautas es el propio comandante del Apolo XIII, el real, seguro que fue muy emotivo para él participar en la película.

También os recomiendo leer la biografía de Gene Kranz, el jefe de control de misiones de la NASA que estuvo al cargo de la misión Apolo XIII. Su autobiografía se titula “el fracaso no es una opción”. Gene Kranz fue el jefe de control de misiones desde 1968 hasta el año 1993. La frase “el fracaso no es una opción” no es suya, pero le gustó tanto que, cuando la escuchó, tituló de esa forma su autobiografía.

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Un saludo, mucha suerte y hasta el próximo episodio.


Imágenes: NASA – Domino público