Hola y bienvenidos a todos a Spanishpodcast.net. ¿Qué tal el verano? Nosotros hemos pasado unos fantásticos días de descanso en la playa, y hemos conocido nuevos lugares. Elegimos la región de Aquitania en Francia para visitar sus costas y la ciudad de Burdeos. Aunque disponíamos de poco tiempo, hemos aprovechado hasta el último minuto para pasear por la ciudad. Estamos muy contentos.
Hacía 4 años que no veíamos el mar, así que para nosotros ha sido genial disfrutar de esas pequeñas vacaciones. Una de las cosas que más nos ha gustado ha sido la Duna de Pilat, que es la duna de arena más alta de Europa. También nos ha encantado la catedral de Burdeos y el Espejo de Agua. Estamos tan contentos por el viaje que seguro que algún día volveremos a Burdeos. En próximos episodios os hablaremos de las cosas que hemos visto y qué es lo que se puede hacer en esta ciudad.
Volviendo al tema de los podcast, hoy vamos a explicaros una nueva expresión: “Ponerse en los zapatos del otro”.
“Ponerse en los zapatos del otro” es una expresión que se escucha muy a menudo en España. Existen otras formas populares que se dicen con frecuencia y que quieren decir lo mismo, como por ejemplo, “meterse en la piel del otro” o “ver con las gafas del otro”. Todas tienen el mismo significado que “ponerse en los zapatos del otro”.
¿Y qué significa “ponerse en los zapatos del otro”?
¿Alguna vez habéis sentido que una persona muy importante para vosotros comprendía a la perfección por qué actuabais de una determinada manera?, o por el contrario, ¿alguna vez habéis comprendido perfectamente por qué alguien se sentía de una forma? A eso le llamamos nosotros “ponerse en los zapatos del otro”.
Para poder “ponerse en los zapatos del otro” hace falta empatía. La empatía es la capacidad de comprender lo que los demás sienten. Se trata de entender las emociones que experimentan los otros como si fuesen propias. Tratamos de entender lo que una persona siente y por qué hace determinadas cosas, a esto se le llama ponerse en los zapatos del otro.
Os vamos a poner un ejemplo para que lo entendáis mejor:
Imagina que un día llegas por la mañana a tu lugar de trabajo, y ves que un compañero tuyo tiene mala cara. Notas que está triste, no está concentrado en las tareas que está haciendo y se muestra deprimido. Cuando le preguntas qué es lo que le pasa, te responde que su mascota, su animal de compañía, ha muerto el día anterior. Tú puede que nunca hayas tenido una mascota o simplemente no te gustan los animales, pero puedes hacerte una idea de cuál es su estado emocional y comprendes por qué tu compañero se siente tan triste.
Eso es “ponerse en los zapatos del otro”.
La empatía forma parte de una de las habilidades de la inteligencia emocional y tiene que ver con la manera en la que vemos el mundo. Para algunas personas, es difícil ponerse en el lugar de otras personas, sin embargo hay otras que tienen la capacidad para comprender y sentir por lo que está pasando a otra persona.
La empatía y la simpatía son cosas distintas. Son dos términos que se parecen pero no son iguales.
La simpatía hace referencia a los sentimientos que por afinidad se tienen con algunas personas. Cuando conocemos a una persona simpática nos sentimos cercanos a su forma de pensar aunque no la lleguemos a comprender del todo.
La palabra simpatía también hace referencia a un tipo de actitud alegre y optimista de una persona. Las personas que son simpáticas se llevan bien con la gente porque son agradables y nos hacen sentir bien.
Por el contrario, la empatía se da cuando comprendemos lo que está sintiendo otra persona, independientemente de que nos sintamos cercanos a su forma de pensar. Un persona empática escucha y comprende con atención lo que le ocurre a otras personas. Para ser empático hay que olvidarse de los prejuicios, es decir, evitar juzgar a una persona o una situación de forma generalmente negativa antes de saber los motivos. Cuando nos relacionamos con otras personas podemos sentir simpatía y empatía a la vez.
La empatía se va aprendiendo con el paso del tiempo porque vamos experimentando situaciones parecidas a las que les pueden pasar a los demás. A medida que nos vamos relacionando con la gente, vamos mejorando la capacidad de ponernos en el lugar del otro.
Con la empatía se mejoran las habilidades sociales porque se consigue un grado de confianza entre las personas.
Viajar sirve para conocer otras culturas diferentes a las nuestras y despojarse de los prejuicios que tenemos. Por eso, la mayoría de las personas que viajan alrededor del mundo tiene una empatía muy desarrollada y puede ponerse con facilidad en el zapato del otro. Al convivir con personas nativas de diferentes lugares del mundo, llegamos a comprender mejor que nunca cómo es la situación de ese país.
Este es el motivo por el que mucha gente se entusiasma al aprender otro idioma. Cuando queremos comenzar a aprender una lengua estamos fomentando el poder comunicarnos con los demás. El aprendizaje de otro idioma distinto al nuestro ayuda a fomentar la empatía con la persona nativa con la que conversamos.
Para lograr ser más empático hay que tratar de imaginar que es lo que mueve a una persona a hacer lo que hace. De hecho, las personas que son empáticas tienen una enorme curiosidad por conocer a gente nueva que se encuentra fuera de su círculo de amistades. Son los tipos de personas que se sientan a tu lado para mantener una conversación contigo.
Para lograr entender a la otra persona hace falta escuchar con atención y después comprender su estado, pero también es necesario tener una comunicación no verbal, aquella que se da mediante el lenguaje corporal, por ejemplo, las expresiones faciales, los gestos o los movimientos. Con ella es más fácil comunicarse con otras personas.
Vamos a practicar la conjugación y la pronunciación de la expresión. Repite después de mí, no te preocupes por la conjugación, la aprenderás de forma automática cuando hagas varias veces el ejercicio. Hemos modificado la frase de la tercera persona de singular para que tenga sentido. Vamos allá:
- Tengo que ponerme en sus zapatos…
- Tienes que ponerte en sus zapatos…
- Tiene que ponerse en mis zapatos…
- Tenemos que ponernos en sus zapatos…
- Tenéis que poneros en sus zapatos…
- Tienen que ponerse en sus zapatos…
Por último recordar una frase de Mahatma Gandhi que decía que:
“Las tres cuartas partes de las miserias y malos entendidos en el mundo terminarían si las personas se pusieran en los zapatos de sus adversarios y entendieran su punto de vista”
Si te ha gustado este episodio o te gusta nuestro podcast puedes considerar hacer una donación. De esta forma podremos seguir manteniendo la página y también creando episodios para que podáis mejorar vuestra capacidad de comprender y hablar español.
Si lo prefieres puedes colaborar con nosotros a través de nuestro audiolibro. Con él podrás disfrutar de los 100 primeros episodios de nuestro podcast en tu ebook, aunque no tengas conexión a internet.
También puedes dejar un comentario en alguna de nuestras redes sociales: Facebook, Google + y Twitter. Estaremos encantados de escucharte y conocer tu opinión. Si os apetece podéis contarnos cómo habéis pasado el verano o qué lugares habéis visitado, no dudéis en compartirlo con todos nosotros.
Os esperamos en el próximo episodio. Hasta pronto.
Hasta luego.