El Cid Campeador es un personaje interesante de la historia de España. Es interesante porque es a la vez personaje histórico y una leyenda. Consiguió hazañas en los campos de batalla, lo que sirvió para conseguir la atención de muchas personas y que incluso se escribieran libros sobre él. Su nombre real era Rodrigo Díaz de Vivar, pero es conocido por todo el mundo como “El Cid campeador”.
«El Cid-estatua-(Parque de Balboa)». Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons.
Un escritor anónimo escribió en el siglo XII (doce) el Cantar de Mío Cid, que es uno de los libros más importantes en la historia de la literatura española. También le admiraban los musulmanes y le llamaban “Cidi”. En árabe, Sidi (espero haberlo pronunciado bien), que quiere decir ‘mi señor’.
El Cid nació en una aldea cerca de la ciudad de Burgos. La aldea se llama Vivar. De ahí el nombre: Rodrigo Díaz de Vivar. Esta aldea está situada junto al río Ubierna. El Cid estaba emparentado con la nobleza castellana de la época. Cuando El Cid cumplió los dieciséis (16) años, fue nombrado caballero. Con veintitrés (23) años, comenzó a servir al rey Sancho II (segundo). El Cid disputó sus primeros combates con el rango de alférez, es decir, era el jefe de las tropas reales. Cuando había alguna celebración en la corte, llevaba el pendón real. El pendón es una bandera más larga que ancha que se utiliza para representar a familias, ejércitos, batallones…
El Cid también era el encargado de guardar la espada del rey. Por estos motivos, este puesto solo podía ocuparlo alguna persona de familia distinguida. Es difícil saber qué cosas hizo en realidad y qué cosas pertenecen a la leyenda. Por ejemplo, se cuenta que durante un ataque a la ciudad de Zamora, combatió él solo contra quince (15) caballeros. Mató a algunos y a otros los hizo huir. En las crónicas de la época se mencionan otras hazañas similares a esta. Durante el ataque a la ciudad de Zamora que hemos comentado, murió el rey Sancho II. Parece ser que fue asesinado por un caballero de la ciudad. Su hermano Alfonso ocuparía el trono en su lugar. Parece ser que mucha gente decía que Alfonso era quien había matado al rey Sancho, pero nadie se atrevía a acusarle porque ahora era el rey. Nadie excepto el Cid. En aquella época era costumbre que antes de hablar con el rey se le besara la mano. Cuando Rodrigo Díaz de Vivar fue a hablar con el nuevo rey Alfonso, se negó a besarle la mano. El rey le preguntó el motivo a lo que el Cid respondió:
Señor, los hombres que están aquí tienen sospechas que fue usted quién asesinó al rey don Sancho, vuestro hermano. Por eso os digo que, si no lo negáis, yo nunca os besaré la mano.
Según decía la ley de la época, el nuevo rey debía jurar en una ceremonia que no era el asesino y hasta que no lo hiciera, Rodrigo Díaz no besaría la mano del rey. Finalmente lo hizo en el año mil setenta y dos (1072). En el año mil setenta y cuatro (1074), el Cid se casa con Jimena, la hija de un familiar del rey Alfonso. La boda se celebró en la iglesia de San Miguel de Palencia, que estaba recién construida. Hay una película titulada ‘El Cid’ que protagonizaron Charlton Heston y Sophia Loren. Durante los siguientes siete años lucho en varias batallas en importantes ciudades españolas, principalmente contra los reinos musulmanes que se repartían por el país en aquella época. Consiguió muchos éxitos y consiguió la victoria en casi todas las batallas. En mil ochenta y uno (1081) contaba ya con más de siete mil (7000) prisioneros. Pero tanto había ganado para el reino que provocó la envidia de otros caballeros. Después de algún tiempo, con el apoyo del rey, lo desterraron. Desterrar significa expulsar a alguien de un territorio sin que pueda volver. La mayor parte de su ejército le abandonó y solo le acompañaron los más fieles. Esto sucedió porque el rey mando un mensaje amenazando a todos los que le ayudaran. El Cid tuvo que despedirse de Jimena y de toda su familia. Estaba en el exilio.
El destierro de el Cid
Rodrigo Díaz de Vivar se marchó a Aragón, una región al norte España, situada en frontera oeste con Francia. Allí el rey musulmán de Zaragoza lo contrató como guerrero, para el que consiguió victorias en Catalunya. Más tarde ayudó a Alcadir, el rey musulmán que entonces reinaba en Valencia. Valencia es una ciudad costera al este de España y allí consiguió hacerse bastante famoso. En Valencia hubo una revuelta contra Alcadir. Rodrigo Díaz exigió al nuevo rey, llamado Ben Jehaf, el mismo juramento que años antes había exigido al rey Alfonso. Ben Jehaf se negó y por lo tanto fue castigado. Cuando Alcadir volvió al trono, el Cid le exigió ser pagado por el servicio. El Cid siguió luchando en las tierras de Valencia y finalmente, con los años acabó gobernando en la ciudad. Años después, más ejércitos musulmanes habían desembarcado en España procedentes de África. El Cid logró derrotarlos en mil noventa y siete (1097), pero solo le quedaban dos años de vida. Hoy en día los restos de Rodrigo Díaz de Vivar y su esposa Jimena se encuentran en la catedral de Burgos, donde cualquiera puede visitarlos.
«Burgos – Catedral 069 – Tumba del Cid» por Zarateman – Trabajo propio. Disponible bajo la licencia CC0 vía Wikimedia Commons.
Babieca y Tizona
Estos son los nombres del caballo del Cid y de su espada. Muchos españoles conocen estos nombres porque la historia del Cid suele estudiarse en los colegios. Babieca es una palabra de aquella época que significaba ‘bobo’ o ‘tonto’. Los restos de Babieca están enterrados hoy en día en el monasterio de San Pedro de Cardeña, situado a diez (10) kilómetros del centro de la ciudad de Burgos. Tizona era el nombre de la espada del Cid, no está muy claro si la espada fue real o forma parte de la leyenda, pero hay numerosas réplicas en muchos museos de España.