En el siguiente diálogo podrás escuchar una conversación en español entre Isabel y un guardia de tráfico (un agente de policía que se encarga de vigilar las carreteras). El agente está haciendo un control de alcoholemia, una prueba que se realiza para saber si los conductores han bebido alcohol. Las multas por conducir bajo los efectos del alcohol pueden ser elevadas. Transcripción:
Guardia: Buenos días Señora.
Isabel: Buenos días Agente. ¿Pasa algo? ¿Es que iba demasiado rápido? Creo que en ningún momento he sobrepasado los límites de velocidad.
Guardia: No, no es nada de eso. Estamos realizando un control rutinario de tráfico entre algunos de los conductores que pasan por esta carretera. Es un procedimiento habitual.
Isabel: Ah, bien.
Guardia: Por favor, estacione su coche aquí al lado y apague el motor.
Isabel: Sí, está bien. Ahora mismo.
Guardia: Por favor, ¿puede mostrarme la documentación del coche y su carné de conducir?
Isabel: Sí, un momento. Aquí tiene agente. Esta es la documentación del coche y aquí tiene el carné de conducir.
Guardia: Me ha dado el permiso de circulación ¿La tarjeta de la ITV la tiene ahí?
Isabel: Sí, espere un momento. Aquí está.
Guardia: ¿Sabe que su tarjeta ITV de inspección técnica de vehículos está a punto de caducar?
Isabel: Sí, lo sé. Es que… estas últimas semanas he estado trabajando en una localidad distinta de la que vivo y no he podido llevar el coche a revisión.
Guardia: Bueno, mientras sepa que lo tiene que llevar lo antes posible, perfecto. A partir de este año se da un margen de un mes desde la fecha de caducidad para pasar la ITV y tenerlo todo en regla.
Isabel: Sí, sí, señor agente. Descuide que mañana mismo pido cita para la inspección del vehículo.
Guardia: Bien. Ahora vamos a proceder a realizarle un control de alcoholemia. Por favor coja aire y sople sobre la boquilla hasta que la luz verde se apague.
Guardia: De acuerdo. Puede retirar usted misma la boquilla. Ha dado positivo con una tasa de 0,18. ¿Ha bebido alcohol?
Isabel: Bueno, sí, me he tomado una cerveza. Pero de eso hace ya más de 2 horas, eh. ¿He superado la tasa permitida?
Guardia: En este caso no se preocupe. Usted tiene más de dos años de carné de conducir y la tasa que acaba de sacar está por debajo del límite de 0,25 mg. de alcohol por litro espirado. Si su carné se lo hubiese sacado hace menos de 2 años, usted ya hubiese tenido una multa y la consecuente reducción de puntos del carné.
Isabel: ¿Y por qué tendría una multa con menos de 2 años de carné?
Guardia: Porque para esos conductores la tasa máxima es de 0,15 mg. de alcohol.
Aun así, debería tener cuidado e intentar no beber absolutamente nada de alcohol si va a coger el coche. Para que desaparezcan los efectos del alcohol al tomar una cerveza hay que esperar por lo menos de 3 a 4 horas.
Isabel: Está bien agente. Lo tendré en cuenta. Entonces, ¿todo está bien y en regla?
Agente: Sí, todo está perfecto.
Isabel: ¿Puedo irme ya o necesita algo más?
Guardia: Nada más señora. Tome su documentación y conduzca con cuidado.
Bueno, hoy habéis visto un pequeño ejemplo de uno de los muchos controles de alcoholemia que se realizan en España. Cada año se realizan más de 5 millones de pruebas de este tipo, así que gran parte de los conductores españoles hemos hecho alguna vez un control. Las épocas del año en las que se intensifican los controles son Navidad y verano, porque es cuando hay mayor número de desplazamientos en las carreteras. Además son períodos en los que la gente suele beber más alcohol.
El lugar y la hora de las pruebas es completamente imprevisible. El objetivo es el de intentar persuadir a los conductores para que en ningún momento del día se pongan al volante después de haber bebido, ya que es una de las principales causas de mortalidad en la carretera. También se llevan a cabo mediciones de alcohol cuando se ha producido un accidente de automóvil. No se obliga a soplar a alguien que ha sufrido lesiones después de un accidente, pero cuando es trasladado al hospital, entonces se le realiza un análisis de sangre para saber si conducía bajo los efectos del alcohol.
El nivel de alcoholemia del que habla el agente de tráfico en el diálogo, se refiere al volumen de alcohol por aire espirado que equivale al volumen de alcohol en gramos por cada litro de sangre. Es decir, que el límite máximo para conductores en general es de 0,25 mg. (miligramos) por litro de aire espirado. Equivale a 0,50 g. (gramos) por litro en sangre. Y en conductores noveles o profesionales el límite máximo es de 0,15 mg. por litro de aire espirado. Equivale a 0,30 g. por litro de sangre. La prueba se realiza con un aparato portátil que mide el tanto por ciento de alcohol de la persona que sopla a través de una boquilla que tiene incorporada.
Hay que señalar que los efectos del alcohol se hacen más evidentes en los conductores con poca experiencia porque todavía no han llegado a automatizar los movimientos necesarios que se aprenden con la práctica. Es por eso que el límite de la tasa es menor.
Aunque dos personas beban lo mismo, es poco probable que lleguen a tener la misma tasa de alcohol. La absorción depende de varios factores como la edad, el peso, la hora del día o si se ha comido o no alimentos. También influye considerablemente la velocidad a la que se bebe. Cuanto más rápido se toma una bebida, mayor es la velocidad de absorción y la cantidad de alcohol que pasa a la sangre.
El riesgo de sufrir un accidente cuando se ha bebido cualquier tipo de bebida alcohólica es por lo menos once veces mayor que el de una persona que no ha bebido. Son unos datos realmente impactantes. El alcohol distorsiona las percepciones y aumenta considerablemente el tiempo de reacción. Por ello, y aunque la tasa de alcoholemia no llegue a los límites, lo mejor es no beber absolutamente nada de alcohol si se va a conducir.
Si queréis saber algo más sobre la conducción en España, no os perdáis el episodio número 44: Conducir en España. Esperamos que este podcast os haya gustado. Hasta luego.
Hasta luego.